El último orgasmo
Llegó al apartamento luego de un día de trabajo arduo. Sus brazos me rodearon, como si esa acción pudiese grabar mi cuerpo en la memoria del suyo. Me acariciaba el cabello y miraba mis ojos con una profundidad que no había percibido anteriormente. Se me retorcía el estómago al verlo de esa manera. Las palabras se me atascaban en la garganta, evitando que verbalizara mis sentimientos. Quizás era mejora así.
Sobre la cama en la que tantas veces nuestros cuerpos se hablaron, comenzó la despedida.
- Mi niña, mi niña... - repetía una y otra vez mientras sus manos viajaban por mi cuerpo.
- ¿Qué pasa? - pregunté, distante y entre gemidos, al sentir sus caricias entre las piernas
- No te vayas, por favor - susurró al tiempo que besaba la oreja. La sonrisa que había comenzado a formarse desvaneció.
- Sabes que me tengo que ir... - contesté e inmediatamente lo besé a ver si cambiaba el tema. Se separó un poco para verme mejor e inquirió:
- Pero, ¿por qué? No tienes que irte tan lejos. Lo que quieres hacer lo puedes hacer aquí - noté que sus manos habían hecho una pausa en el viaje. Me senté y lo miré nuevamente a los ojos. Él miró los míos y vi que poseían un brillo luminiscente que rara vez estaba ahí. Respiré hasta sentir el aire llenar mi estómago y dije:
- Es que no me quiero quedar. Además, ¿ dónde voy a vivir? Ya renté...
- Aquí. Conmigo - interrumpió. Me miró fijamente.
No podía creer lo que sugería. Pensé que todo había quedado claro desde el comienzo.
- Por favor...no me hagas esto...Cuando nos conocimos sabías que este día iba a llegar... - contesté tratando de mantener la compostura.
- Pero es que...¿No ves? ¿No puedes ver lo que siento por ti? - sólo sus lágrimas respondieron. Tomó mi cara en sus manos y me besó. Yo le correspondí el beso pero mi estómago estaba hecho nudos.
Sus manos continuaron hablándole a mi corazón; sus labios me besaron para que no los olvidara, para que recordara la ternura con que acarició mi cuerpo. No descansó hasta que le respondió como él deseaba: con el último orgasmo que le entregaría.
En la mañana recogí mis cosas, las pocas que quedaban en su apartamento, y las guardé en la maleta. Él, sentado en la cama, me miraba con ojos suplicantes. Se acercó para besarme pero se alejó y fingió una sonrisa. Le respondí con el beso que me quiso dar y lo dejé en el cuarto que guardaría el recuerdo de nuestros encuentros.
Tomé un taxi al aeropuerto. Desde la noche anterior, un profundo dolor en el pecho me acompañaba. Hacía que lo sintiera apretado y a veces me faltaba el aire. Estuvo conmigo en la sala de espera. Allí me torturó con su latir insistente , recordándome lo que acababa de hacer pero aún podía cambiar. Subí al avión y fue entonces que las lágrimas al fin se presentaron y el dolor comenzó a disiparse.
Foto: Polly Errington, Fiona on the stairs (2004) en DeviantART
* Este cuento es parte de la colección inédita Algunas aberraciones y un orgasmo.
16 comment(s):
Curioso. Pero me dejaste intrigado...
Besos
By Anónimo, at 18 septiembre, 2006 13:52
y eso gatto? quedaste intrigado por...?
By Iva, at 18 septiembre, 2006 15:36
Eso sucede cuando ambas personas no están en la misma sintonía, ese orgasmo tampoco llega, huir es la alternativa.
Tremendo cuento...
By Ana María Fuster Lavin, at 19 septiembre, 2006 16:06
¿No te dije que me fascina el título de tu manuscrito? Algunas aberraciones y un orgasmo.
Es sensacional
By Ana María Fuster Lavin, at 19 septiembre, 2006 16:07
Y me pasó una vaina como: Tengo que irme, sabes que tengo que irme.
Pues no hagas eso, no me dejes como una extraña, me dijo mientras intentaba ponerle la colcha. Sinceramente lo hacía porque el aire estaba a tó las millas. Discutimos y hubo lámparas. Tanta cosa después de medio polvo. Así no se puede vivir. Esperando que abra el ascensor a las cinco de la mañana con los pies ensangrentados.
By Rey Andújar, at 19 septiembre, 2006 22:56
ese gatito quiere ronronear...coincido con anama, el titulo que captura desde el primer instante...
con este escrito me recordaste que cada partida representa tambien ua llegada...
By jô, at 20 septiembre, 2006 20:43
te quedo de show
y me uno al colectivo el titulo de la coleccion esta genial.
enhorabuena
By Glifo, at 21 septiembre, 2006 23:37
ana ma - tienes toda la razón, esos caminos divergentes puede ser letales...ah, gracias por lo del título =)
sanki - bienvenido. me parece que estos sucesos son más comunes de lo que uno cree..gracias por tus palabras.
ojitos - y todo final es un comienzo.
glifo - ¡gracias! ¡que bueno verte por ahí!
abrazos a todo, incluído el gatito ronronero...
By Iva, at 22 septiembre, 2006 13:51
Me encantó. ültimo porque fue compartido con este chico. Afortunadamente para el personaje del cuento, eso no implica final.
Creo que él se lleva un buen regalo.
Ah y el título genial. Todos tenemos nuestras aberraciones. :D
Un abrazo.
By Estela, at 23 septiembre, 2006 11:45
Interesante...
La suspencion en el cierre lo hace memorable; creo que tienes talento.
Bah!!! sabes que es muy bueno, sin importar lo que yo diga. See you in Budapest.
By Jorge Ariel Valentine, at 25 septiembre, 2006 10:48
Me encantó este cuento. Otro escritor quizás hubiese hecho un melodrama de una despedida. Aquí los sentimientos se destilan de forma sutil pero creando un efecto poderoso. Me lo viví todo!
Muy hermoso, además, el sexo como un lenguaje entre cuerpos.
Tremendo cuento.
un abrazote!!!
ah, y sí, me encantó el título de la antología...dan ganas de leer esas aberraciones!
By no apta para la humanidad, at 25 septiembre, 2006 19:51
estelita querida- se llevó tremendo regalo el hombre =)
ernesto-gracias, sabes, cualquier cumplido por parte tuya me honra ;-)
mi querida no apta-me alegra que te haya gustado el lenguaje de los cuerpos. sabes que quedas en tu pinacoteca...
By Iva, at 27 septiembre, 2006 18:43
iva, lo que pasa es que en realidad la cabellera ya lleva fuego, y yo quiero quemarme, pero no me salió como yo quería y así quedó. no me descuides la pinacoteca, mira a ver, como dicen aquí: ponte pa tu número.
besos
r
By Rey Andújar, at 28 septiembre, 2006 10:50
Saludos Iva.
Un escrito con pizcas de toques: erótico, sensual,la tensión en la indecisión, suavidad, pausa, amor y melancolía. Precioso escrito.
Nada tiene dueño. Sólo vivimos prestados o por momentos.
Te seguiré visitando y leyendo.
By neftalicruznegron, at 08 octubre, 2006 02:16
Iva, esta historia es cautivante. Me encantó.
By Cale, at 10 octubre, 2006 14:29
me gusto mucho, me has hecho recordad tantos ultimos orgasmos, son los mas tristes e intensos
By Antagónica, at 03 noviembre, 2006 15:30
Post a comment
<< Home