Pinacoteca

martes, junio 26, 2007

Albaricoque

Muerdo la piel, suave pero firme. Acaricio sus curvas y mientras lo hago, imagino que tú me haces lo mismo; que me acaricias con el mismo deseo con el que yo lo he tomado en mis manos. Lentamente pruebas mi sabor agridulce, masticando lánguidamente la pulpa que rodea la semilla. Degustas cada parte de mi cuerpo, tu lengua rozando la palma de mis manos. Despiertas mi piel adormecida. Me comes pedazo a pedazo, paseándote hacia el sur, haciendo paradas en las estancias de mi anatomía. Continúas el viaje exploratorio. Me saboreas con tu lengua de chef experimentado. Soy sal, agridulce, pimienta y miel - todo lo mundano y exótico en un solo plato. Te soy foránea y familiar a la vez. Ya casi llegas al comienzo y el final. Mis labios rozan la semilla del albaricoque y tú posas tus labios en la piel corrugada de mi sexo.


Imagen tomada de DeviantArt

Frutos Subterráneos

sábado, junio 23, 2007

Naufragio

Imagen por Abdusalam Al Tuwijri, titulada Desert Night. Tomada de DeviantArt.

Estoy a merced de los elementos. Me parece que el frío es más implacable que el calor. Pasé la noche sedienta. Has sido un espejismo y yo, he naufragado en tu desierto.

martes, junio 19, 2007

Closed Mike

lunes, junio 18, 2007

Mercurio retrógrado


Imagen de Mercurio tomada de http://interlingua.planetology.org/imagines/g_mercurio.jpg

Este pasado viernes, Mercurio, el regente de las comunicaciones y los viajes de acuerdo a la astrología occidental, cambió de dirección y ahora va hacia atrás. O sea, está retrógrado. ¿Cuál es la importancia de este evento que parece ser tan insignificante?


Para personas que viven de las comunicaciones, como yo, mucha. Esta es la época en la que las PC's dejan de funcionar, en que se congelan, las impresoras se descomponen, los celulares van directo al correo de voz si es que uno logra recibir la llamada (o el mensaje). Hay más tráfico de lo usual, uno se tarda más en llegar a los sitios, hay filas kilométricas en lugares cuando otras veces no es así. No es buen momento para firmar contratos aunque si se pueden negociar.


Durante este tránsito, la vida se llena de contratiempos y se nos complica un poco más si no somos precavidos. Mercurio retrógrado sirve más para retomar proyectos ya empezados, para revisar, reagrupar.

Por terca, he sufrido sus embates. No he dejado tiempo suficiente para llegar a citas y llego demasiado tarde o me ha sucedido lo opuesto y llego demasiado temprano; llenaba un formulario por internet, no tenía copia de lo que había escrito y cuando le di al botón para someter la información, no pasó nada. Al dar atrás, estaba el formulario vacio. Los 15 minutos invertidos en redactar las contestaciones a las preguntas los eché a la basura.

Lo peor de todo, es que supuestamente no es buen momento para redactar. Un mercurio retrógrado, para mí, es un total desastre pero uno hace lo que puede con lo que tiene. Quizás pase más trabajo, quizás tenga que guardar mis artículos y traducciones en un cd, jump drive y el disco duro de la computadora para asegurarme de no perder lo que ya hecho; quizás tenga que añadirle unos pasos adicionales a mi rutina (si es que se puede decir que tengo una) pero al menos ya estoy prevenida. Y ustedes también.

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jueves, junio 14, 2007

Mario Cancel publica libro sobre literatura puertorriqueña


La Editorial Pasadizo anuncia la publicación de Literatura y narrativa puertorriqueña: la escritura entre siglos del escritor puertorriqueño Mario R. Cancel. El libro es un comentario de lectura en torno a las continuidades y discontinuidades entre la escritura del 1970 y la de los últimos decenios. Este trabajo de investigación incluye además conferencias polémicas acerca de la identidad y la literatura, análisis de las obras publicadas por más de ciento veinte escritores del país a partir de 1980 y una serie de documentos sueltos, inéditos en su mayoría, sobre la escritura de hoy.

El autor es poeta, crítico y escritor. Se desempeña como Catedrático Asociado de Historia del Recinto Universitario de Mayagüez, donde también ha ofrecido talleres de narrativa. Ha dictado cursos en la escuela graduada de Creación Literaria de la Universidad del Sagrado Corazón. Entre los libros que ha publicado se encuentran: Esos raros orígenes (1991), Las ruinas que se dicen mi casa (1992), Fronteras generacionales: rumbos postmodernos (1994), Antifiguraciones: bocetos puertorriqueños (2003), Intento dibujar una sonrisa (2005) e Historias Marginales: otros rostros de Jano (2006).

El libro está disponible en La Tertulia, Universitas y Librería Mágica. Próximamente en Borders y Amazon.com.

miércoles, junio 13, 2007

Esta manía de escribir es hereditaria

Hoy, en contra de mi propia voluntad, tuve que buscar entre las montañas de documentos que tengo almacenados en mi oficina. Es una tarea que llevo posponiendo, mas bien, desde que regresé a Puerto Rico en el 2002. Aunque está contenida y cuasi-organizada, igual, no sé dónde se encuentran muchas cosas. Por lo tanto, tuve que ir cajón por cajón, montaña por montaña, en busca de todo lo que necesito.

Lo interesante de hacer este ejercicio, es que uno encuentra cosas que había olvidado tener guardadas, como tesoros esperando ser rescatados. Casualmente, encontré un ensayo que escribió mi abuela en sus años de colegiala en Trinity University. Ella y yo hemos tenidos muchos paralelos en nuestras vidas: ambas fuimos aceptadas en Swarthmore College y no asistimos; nos apasionan los idiomas, la lectura, la buena música y las conversaciones extensas y trascendentales.

Recuerdo el día que llegó el periódico colombiano donde había publicado unos poemas - los primeros en un medio que no fuese una revista escolar. Ella, que era parca con sus halagos, se limitó a decir "That's wonderful, Ivy," a pesar del Alzheimer que le robaba sus recuerdos más recientes. Aquí dejo el texto que ella escribió, hace más de 50 años atrás:

The Martyr

He stood alone when all had left him. He stood alone among the shadowy trees with his arms held stiffly at his sides. A soft breeze gently ruffled the leaves and lovingly caressed his hair.

He stood tall and erect, his lithe body held taut with emotion that filled his heart and mind and overflowed into his soul. The lovely, stirring song of the world that had soothed him in other moments of stress he no longer could hear. The compelling beauties of nature he no longer could see; for his ears were filled with the sound of approaching doom and his eyes were filled with tears; tears that flowed down his cheeks and splashed down onto his robe; tears that cleansed the world of sin; tears that saved mankind from itself; tears of compassion, of love, of pity.

The moon came swiftly from behind stray clouds and lit his face. a face such as the world had never seen. A face filled with hope, with despair. A face of beautifully molded features, clear-cut, noble. The sweetly shaped mouth showed through his beard. The aquiline nose, the high cheekbones were marks of his race. The finely patterned eyebrows emphasized the strength wrought in his face. The profound eyes that stirred the hearts of men and delved into their souls were sad eyes, wistful eyes; eyes that never fully disclosed the mystery of love, of wisdom, of understanding that lay behind them. It was a face strangely sweet, filled with mystery and strength.

He stood now bathed in moonlight with his whole body vibrating in agony. Suddenly, he dropped to his knees and raised his arms appealingly to God, crying out in a dread voice for aid, pleading for strength; for he knew what lay before him; he had known from the beginning. Beads of perspiration, looking almost like blood, dotted his forehead and his face was distorted in anguish.

As quickly as he had succumbed to fear, he was filled again with peace. His face relaxed into serenity. His lips quietly moved in prayer. The human weakness he had felt left no mark...Tranquility filled his soul, invaded the garden. A gentle murmur began among the trees while the moon glided slowly across the heavens.

Eileen Bertrand

martes, junio 12, 2007

Malabarista


Imagen de Cirque du Soleil tomada de http://grandquebec.com/upl-files/cirque_soleil.jpg

Ya casi es hora. Pronto comenzará la función. Quisiera no tener que salir esta noche. Sin embargo, esa no es una opción. Poco a poco voy borrando mi rostro con el maquillaje y así, me deshago de todo lo que ha pasado, los recuerdos de una vida bien vivida o a caso será una vida a medias. No, a medias no. Suspiro frente al espejo. Veo mis facciones de blanco, la base para los tonos azules, violetas y verdes - los brillos que despiertan los matices escondidos de mi alma. Una última mirada en el espejo me deja saber que ya está todo terminado. El espectáculo debe comenzar.


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sábado, junio 09, 2007

Cara a cara

Conocía esa posición muy bien: cara a cara en la cama, piernas entrecruzadas, mezcladas en un desorden de sábanas. Estás tan cerca de la otra persona que su aliento te calienta el cuello, los brazos te amarran cerca, tan cerca que percibes como los cuerpos se transforman en moldes el uno del otro.

Él me escuchó salir del cuarto. Su cara de terror confirmó mis sospechas al verlos en el colchón.

viernes, junio 08, 2007

Despasionado

Me van a quemar.
Las manos del que sea
mi próximo amante
me van a quemar.
Porque habrá pasado
tanto tiempo sin que
mano alguna haya
mi cuerpo acariciado.
Porque mi cuerpo sediento
estallará en orgasmos
cuando las manos
de mi próximo amante toquen
el lóbulo de mi oreja,
el arco de mi cuello,
la pendiente de mis senos...
serán las olas de ese
orgasmo las que
apagarán la hoguera
que fuera antes mi cuerpo,
despasionado.

lunes, junio 04, 2007

Quisiera ser...

Como este personaje, creado por Milan Kundera en su novela El libro de la risa y el olvido. Aquí un capítulo:


Foto de Atila, Deviant Art, http://tn3-1.deviantart.com/300W/i/2002/36/2/2/Male_nude_02.jpg

Un día le llegó al trabajo una carta de una chica desconocida. Parece que lo conoce de vista y se decidió a escribirle porque para ella no existen las convenciones cuando un hombre le gusta. Karel le gusta y ella es una cazadora. Una cazadora de experiencias inolvidables. No le interesa el amor. Sólo la amistad y la sensualidad. La carta iba acompañada de una foto de una chica desnuda en una postura provocativa.

Al principio, Karel tuvo miedo de responder porque pensó que alguien le estaba tomando el pelo. Pero después no pudo resistirse. Le escribió a la dirección fijada y la invitó a la casa de un amigo suyo. Eva vino, alta, delgada y mal vestida. Parecía un jovencito alargado, vestido con las ropas de su abuela. Se sentó frente a él y le contó que para ella las convenciones no tenían ningún significado cuando le gustaba un hombre. Que lo único que le importaba era la amistad y la sensualidad. Su cara estaba cubierta por la inseguridad y el esfuerzo y Karel sintió por ella más bien compasión fraternal que deseo. Pero luego se dijo que era una lástima perder cualquier oportunidad:
- Es maravilloso - dijo para darle aliento -, cuando se encuentran dos cazadores.

Fueron las primeras palabras con las que interrumpió la declaración apresurada de la muchacha y Eva se recuperó inmediatamente , como si se hubiera deshecho del peso de la situación que durante media hora había estado soportando heroicamente ella sola.
- Soy una exhibicionista - dijo con el mismo tono que si hubiese reconocido que era jugadora de baloncesto.

Le dijo que quería verla.

Se estiró con un gesto de felicidad y le preguntó si había un tocadiscos.

Sí, había un tocadiscos, pero su amigo sólo tenía música clásica, Bach, Vivaldi y óperas de Wagner. A Karel le parecía extraño que la chica se desnudase con música de Isolda. Tampoco Eva estaba muy contenta con la música.
- ¿No hay nada moderno?

No, no había nada. No hubo más remedio y al fin tuvieron que poner en el tocadisco una suite de para piano de Bach. Se sentó en un rincón de la habitación para ver bien. Eva intentó seguir el ritmo pero el cabo de un rato dijo que era imposible.
- ¡Desnúdate y no hables! - le dijo con severidad.

La música celestial de Bach llenaba la habitación y Eva seguía arqueando las caderas. La dificultad de bailar al son de aquella música hacía que su actuación fuese especialmente difícil y a Karel le pareció que el camino, desde que arrojó el primer suéter hasta que al final se deshiciera de las bragas, debía ser para ella interminable. El piano sonaba en la habitación, Eva se contorsionaba en movimientos de baile y tiraba al suelo, una tras otra, las piezas de su vestido. A Karel ni lo miraba. Estaba completamente concentrada en sí misma y en sus movimientos, como un violinista que toca de memoria una pieza difícil y no puede perder laF atención mirando al público. Cuando estuvo completamente desnuda se dio vuelta, se apoyó con la frente en la pared y se llevó la mano a la entrepierna. Karel también se desnudó y se quedó extasiado mirando la espalda temblorosa de la chica, que se masturbaba. Fue maravilloso y es perfectamente comprensible que desde aquel momento no permitiese que nadie se metiera con Eva.

Por lo demás, era la única mujer a la que no le molestaba el amor de Karel por Marketa.

- Tu mujer tiene que comprender que la quieres pero que eres un cazador y que esa caza no es para ella ningún peligro. Pero eso no hay mujer que lo comprenda. No, no hay mujer que pueda comprender a un hombre 0 - agregó con tristeza, como si ella misma fuese ese hombre incomprendido.

El libro de la risa y el olvido, Milan Kundera.
Seix Barral, páginas 59-61.

Asalto poético en el casco urbano

sábado, junio 02, 2007

Griffin y Sabine


The Fool's Mate. Tomado de The Golden Mean: In Which the Extraordinary Correspondence of Griffin & Sabine Concludes por Nick Bantock, creador de la saga de Griffin y Sabine.

Los conocí por medio de un taller de escritura creativa, un sábado en la tarde, cuando andaba alicaída - es que a veces me da con cargar los pesares del mundo en los hombros. Pero Sabine sabe exactamente por lo que estoy pasando; podríamos intercambiar lugares y nadie se daría cuenta. Sabine, al igual que yo, sabe las pericias de vivir en una isla. Bueno, es que yo soy Sabine. ¿O será viceversa? Ahora sólo falta encontrar a mi Griffin, aunque quizás ya lo he hecho...sí, creo que sí...